Revisando mi archivo en busca de algunos detalles que me ayudaran a convencerme de que nos empomaron toda la vida y nos van a seguir empomando, van aqui un par de reflexiones historiograficas de nuestra historia ecumenica...comenzare con un agradable relato de quien fuera un celebre escritor y asiduo colaborador de este archivo (hoy profanado por los inadaptados de siempre) que lamentablemente y alentado por sus inclinaciones sexuales luego se dedicara "a otra cosa mariposa" como bien sus allegados suelen describir.
Luego me adentrare en otro relato, recopilacion hisotriografica que recopila la recopilacion de una pila de 12 voltios que se sulfata cuando es expuesta a los agentes metereologicos exogenos. con este segundo relato pretendo desandar el camino logrado por el quijote en su derrotero lividinoso la noche que recorrio la cañada de punta a punta 24 veces al grito gerrero de "rompanme el culo! soy el quijote!" y adentrarme en las mas oscuras historias de nuestro pasado, que siempre estaran presentes como el dia en que todos juntos salgamos a la calle y gritemos "aguante menem!"
Ahí entonces, el primero de este doblete de entregas, para que lo disfruten los amantes de la lectura contemporanea narrativa equigranular
Échale la culpa al Río
Llamo poderosamente la atención que tras haber sido los dos campeones zonales y a vista de la gran final regional a disputarse, se eligiera una cancha neutral. Pero esto no fue lo llamativo sino que nadie entendía porque debía ser la cancha de Santa Isabel, oeste pampeano a orillas del Rio Atuel, lo que dificultaba el juego de los dos finalistas, no porque les quedara lejos o tuvieran problemas con los agentes de Roca o algo parecido, sino que el problema venia derivado de las características de la cancha de este pueblo.
Era una cancha bastante normal. De largo normal (90 metros) de ancho normal (50 mts) y superficie terrenal también normal, salvo por un pequeño detalle…el río Atuel cruzaba justo por la mitad de la cancha. Pero tras presiones de tipo contractuales el partido se disputó igual y todos los jugadores se hicieron presentes salvo hicHurua ("pico e loro”) que se encontraba detenido por cabalgar un caballo sin registro.
El partido comenzó, los de AZUL Y BLANCO (así se llamaba el equipo) que jugaban con camiseta roja movieron el balón no sin antes ahogarse el 10, indio hidrofóbico. Su rival era LUANTORO equipos sospechado de haberse comido al gobernador por orden del mismo.
La clave era ganar el medio. Ahí se definía el ganador del partido, pero a falta de indio nadador los equipos comenzaron a sacrificar jugadores tirándolos de prepo al río y usándolos como balsa.
Así fue que Azul y Blanco anotó el primer gol, que le sirvió para ganar el partido ya que luego se apostaron en la costa y hundían a cualquier balsa de LUANTORO que apareciera, además les ayudo la marea creciente.
Desde entonces se prohibieron les campos de juego con río en el medio y esa medida sigue hasta la actualidad. Santa Isabel lo solucionó cortando el Atuel en Mendoza y es así que sigue conservando su campo de juego.
martes, 2 de septiembre de 2008
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